paralizados mis sentidos, mi alma, mi respiración,
pediste a gritos que te dejara, era el fin, estabas resignada,
pero nada hará que me vaya de aquí!
Propongo que cerremos los ojos, y cuando esta infinita lucha entre nuestras lagrimas y sonrisas termine
Espero verte allí como siempre, posada en los pies de la cama, leyendo tus novelas dramáticas
el tabaco incinerándose en el cenicero, y dejando la marca de la taza de café en la mesa...
cuando nuestro corazón lo disponga, estaré acá, para abrazarte fuertemente!
No hay comentarios:
Publicar un comentario